jueves, 23 de agosto de 2007

Documento especial


Las diez estrategias del Plan Colombia

Lo primero que hay que señalar es que para los partidos políticos de oposición en particular el plan Colombia es una especie de tratado que condiciona el aparato estatal mediante compromisos económicos, políticos y sociales. Vulnera la soberanía nacional en tanto, bajo el pretexto de la lucha antidrogas, las fuerzas armadas y las instituciones estatales son "asistidas" por expertos y métodos norteamericanos, cuyas actividades suelen ser desconocidas por la opinión publica colombiana.
Una lectura breve de los diez puntos que componen la estrategia del Plan Colombia permite observar que va mas allá de la mera cooperación internacional. Los compromisos implican reformas y ajustes en materias inusitadamente extrañas el tema de la lucha contra el narcotráfico que se supone es el eje central del plan, como por ejemplo los de impuestos y en política fiscal, compromisos respecto del manejo territorial y en el modelo económico, y cooperación en la estructura y manejo del poder judicial.
Es decir, este es un plan que permite la mayor injerencia en los asuntos internos del país sin respecto a los principios de libre determinación y desde luego, sin respeto a la soberanía nacional y las relaciones entre dos países soberanos. Si bien es cierto las diez estrategias ameritan análisis en relación con su eficacia, en aras de la concreción que el tiempo impone, me referiré solo a los puntos que se relacionan directamente con la paz y lucha antidrogas, es decir, las estrategias 1, 2 3, 6 y 7,
1. Una estrategia económica que genere empleo, que fortalezca la capacidad del Estado para recaudar impuestos, y que ofrezca una fuerza económica viable para contrarrestar el narcotráfico. La expansión del comercio internacional, acompañada por un mejor acceso a los mercados extranjeros y de acuerdos de libre comercio que atraigan inversión extranjera e interna son factores claves en la modernización de nuestra base económica y para la generación de empleo. Dicha estrategia es esencial en un momento en que Colombia enfrenta su peor crisis económica en 70 años, con un desempleo hasta del 20%, lo cual a su vez limita severamente la capacidad del gobierno para luchar contra el narcotráfico y la violencia que éste genera.
Lo que uno se pregunta cuando lee esto es si realmente esto es un problema de una política antidrogas, lo que creemos es que el Plan Colombia es un plan de sometimiento del país a unos intereses concretos, visibles y públicos en algunos casos y privados y oscuros en otros. La estrategia del Plan parece orientar cosas más allá de la simple estrategia antidrogas que incluyen los puntos más sensibles de la estructura económica de un país, y es asegurar como principio atraer la inversión extranjera en condiciones ventajosas

2. Una estrategia fiscal y financiera que adopte medidas severas de austeridad y ajuste con el fin de fomentar la actividad económica, y de recuperar el prestigio tradicional de Colombia en los mercados financieros internacionales.

3. Una estrategia de paz que se apunte a unos acuerdos de paz negociados con la guerrilla con base en la integridad territorial, la democracia y los derechos humanos, que además deban fortalecer el estado de derecho y la lucha contra el narcotráfico.

El actual proceso de paz con los grupos paramilitares esta rodeado de muchas inconsistencias. A pesar de señalarse que son 31.671 según el alto comisionado para la paz, entregaron 16.785 armas largas y cortas. Apenas 2900 los llamados a juicio y 18.000 de los llamados combatientes de base, que no tienen historial judicial y solo declaran haber pertenecido al grupo armado pero que no tiene reseña de haber participado en combate con el ejecución de crímenes de lesa humanidad. (¿).
Hay indicios claros de que no todos los componentes de estos grupos se desmovilizaron y hoy se cuentan ya cerca de 22 grupos de nueva generación con presencia en 25 departamentos. Las actividades de estos grupos van desde la seguridad privada en las mismas zonas en las cuales tenían influencia hasta la disputa y control de las rutas de salida de drogas por el pacifico y el caribe. Es decir las estructuras paramilitares no fueron desmontadas, con lo cual las victimas no tengan verdad, justicia, y reparación es un factor que no permitirá ningún proceso de reconciliación. Es necesario recalcar el debate que hubo respecto de que muchos reconocidos narcotraficantes fueron graduados de paramilitares en el proceso de Ralito con lo cual se pretende impedir la extradición y por tanto, la conservación del negocio de la droga.
Según la Comisión Nacional de Reinserción y Reparación la distribución de estos nuevos grupos es la siguiente, que coincide con la que tenían los bloques y grupos de los paramilitares desmovilizados: 1). La costa Caribe con 1.290 hombres armados que delinquen en los departamentos de Atlántico, Guajira, Cesar y Norte de Santander; 2) Uraba, Córdoba y Magdalena Medio con 605 hombres; 3) Llanos orientales con 960 que cubren los departamentos de Meta, Guaviare y Vichada: 4) región Pacifico con 1.100 hombres. [1]
4. Una estrategia para la defensa nacional para reestructurar y modernizar las fuerzas armadas y la Policía, para que estos recuperen el estado de derecho, y proporcionen seguridad en todo el territorio nacional, en contra del delito organizado y los grupos armados y para proteger y promover los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario.
Si bien es cierto las fuerzas armadas han sido modernizadas y en el tema de seguridad se invierten millonarias sumas, los resultados no se compadecen con esta inversión. La corrupción, la infiltración del narcotráfico y el paramilitarismo son factores que deslegitiman estas instituciones.
5. Una estrategia judicial y de derechos humanos, con el fin de reafirmar el estado de derecho y para asegurar una justicia igualitaria e imparcial para todos, y al mismo tiempo que promueva las reformas ya iniciadas en las fuerzas militares y la Policía para garantizar que éstas cumplan con su papel en la defensa y respeto de los derechos y la dignidad de todos.

6. Una estrategia antinarcóticos, en asocio con los demás países involucrados en algunos o todos los eslabones de la cadena: la producción, distribución, comercialización, consumo, lavado de activos, de precursores y de otros insumos, y el trafico de armas, para combatir todos los componentes del ciclo de las drogas ilícitas, y para impedir el flujo de los productos de dicho tráfico que alimenta la violencia hacia la guerrilla y otras organizaciones armadas.
4.500 millones de dólares ha invertido el gobierno norteamericano en la lucha antidrogas en Colombia. En el 2000 el mapa era muy diferente. Había concentración de cultivos inmensos en las áreas planas de unos pocos departamentos, como Putumayo, por lo que las fumigaciones eran efectivas. Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, hoy las avionetas tienen que fumigar tres veces más de lo que hacía en el 2000 para eliminar la misma cantidad de drogas. (…) entonces los cultivos tenían una área promedio de 1.3 hectáreas, hoy miden menos de una y en lugar de estar concentrados en 12 departamentos hoy tienen una importante presencia en 23.”
Según la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito, la evolución del negocio se manifiesta en cifras. Por cuenta de la ofensiva del plan Colombia, en el año 2000 las hectáreas de cultivos ilícitos comenzaron a reducirse. De 163.000 a 145.000 en 2001; 102.000 en el 2002; 86.000 en 2003; 80.000 en 2004, pero en 2005 volvieron a subir a 86.000 de las cuales 52,960 eran nuevas. Meta y Guaviare tienen la mas alta tecnificación del todo el pais. Cada año estos departamentos sacan un promedio de 6.6 cosechas de nuevas variedades de coca. Estas variedades son cada vez mas productivas y resistentes a las fumigaciones. (…) el cultivo de coca es una de las pocas soluciones para que los campesinos salgan de la pobreza y sobrevivan al control de los grupos armados.(…) Actualmente , según naciones unidas, hay 68.600 hogares involucrados en los cultivos de los que devengan un promedio anual de 12.300 dólares”. Informe Especial La guerra perdida contra las drogas” [2]
Según Daniel Coronel en su columna de la Revista Semana, señala que “arrancando de norte a sur, la primera mancha que muestra `plantaciones coqueras en auge esta en la Sierra Nevada de Santa Marta. Una región que durante los años de aplicación del Plan Colombia, ha permanecido bajo control del llamado Bloque Resistencia TAyrona de las autodefensas liderado por Hernán Giraldo Serna. (…) la región del Cesar en la que opera el Bloque Norte de la Autodefensas comandado por Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40”. En este caso específico los cultivos han aumentado un 24% en el último año, es decir coincidiendo con la desmovilización paramilitar “.
(…) el mismo columnista afirma que de “acuerdo con las fuentes del Departamento de Estado y la oficina nacional de política para el control de las drogas (ondeop) el sur de Colombia no es ya la zona mas grande de cultivos ilícitos. Hoy la mayor área coquera se extiende por los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba y el Norte de Antioquia”. (…) también en el magdalena medio, región de Arnubio Triana alias “botalón” y Ramón Isaza. Lo mismo ha pasado en la zona de Arauca que ha estado bajo el control de los mellizos Mejia Munera y de Heiner Arias, alias Julián”, lideres del bloque vencedores de Arauca.” Otro tanto, viene sucediendo en el área de influencia del Bloque pacifico”.

7. Una estrategia de desarrollo alternativo, que fomente esquemas agropecuarios y otras actividades económicas rentables para los campesinos y sus familias. El desarrollo alternativo también contempla actividades de protección ambiental que sean económicamente factibles, con el fin de conservar las áreas selváticas y poner fin a la expansión peligrosa de los cultivos ilícitos sobre la Cuenca Amazónica y sobre los vastos parques naturales que son a la vez áreas de una biodiversidad inmensa y de importancia ambiental vital para la comunidad internacional. Dentro de este marco, la estrategia incluye proyectos productivos sostenibles, integrales y participativos, en combinación con la infraestructura necesaria y dedica atención especial a las regiones que combinan altos niveles de conflicto con bajos niveles de presencia del Estado, un capital social frágil y degradación grave del medio ambiente, como son el Magdalena Medio, el Macizo Colombiano y el sur occidente de Colombia.

El cultivo de palma de aceite es quizás el cultivo alternativo más exitoso, pero a costa del desplazamiento de miles de campesinos y comunidades afro colombianos e indígenas cuyos territorios protegidos por la constitución han sido violados.
8. Una estrategia de participación social que apunte a una concientización colectiva. Esta estrategia busca desarrollar una mayor responsabilidad dentro del gobierno local, el compromiso de la comunidad en los esfuerzos anticorrupción y una presión constante sobre la guerrilla y sobre los demás grupos armados, con el fin de eliminar los secuestros, la violencia y el desplazamiento interno de individuos y comunidades. Esta estrategia también incluye la colaboración con empresarios locales y grupos laborales, con el fin de promover modelos innovadores y productivos para así enfrentar una economía más globalizada, fortalecer de este modo nuestras comunidades agropecuarias y reducir los riesgos de violencia rural. Adicionalmente, esta estrategia busca fortalecer las instituciones formales y no formales que fomenten cambios en los patrones culturales a través de los cuales se desarrolla la violencia, y que se fortalezcan. Además incluye la promoción de mecanismos y programas pedagógicos para aumentar la tolerancia, los valores esenciales de la convivencia y la participación en asuntos públicos.
El fenómeno paramilitar ha quebrado esta estrategia en tanto, las administraciones municipales han sido copadas por los jefes paramilitares. Según las denuncias la apropiación de los presupuestos municipales a través de las administradoras del régimen subsidiado en salud y la educación los pactos de los alcaldes en Casanare y el pacto de rallito tienen en procesos judiciales a varios congresistas, alcaldes y gobernadores.
9. Una estrategia de desarrollo humano que garantice servicios de salud y de educación adecuados para todos los grupos vulnerables de nuestra sociedad durante los próximos años, especialmente incluidos no solamente los desplazados o afectados por la violencia, sino también los sectores sumergidos en condiciones de pobreza absoluta.
10. Una estrategia de orientación internacional que confirme los principios de corresponsabilidad, acción integrada y tratamiento equilibrado para el problema de la droga. Se deben tomar acciones simultáneas contra todos los eslabones de la cadena de este flagelo. Asimismo, el costo de dicha acción y de sus soluciones debe recaer sobre los países involucrados habida cuenta de su capacidad económica individual. El papel de la comunidad internacional también es vital para el éxito del proceso de paz, de acuerdo con los términos del derecho internacional y con el consentimiento del gobierno colombiano.


UNA ALTERNATIVA.
La política antidroga, tanto de Colombia como de los Estados Unidos debe sufrir un cambio profundo, dado el fracaso que las distintas estrategias trazadas desde el punto de vista de la penalización, cuando el problema es político y económico.
La criminalización hacia los productores cuando no hay alternativas reales es un error y es simplemente ver el problema desde el eslabona mas débil de la cadena productiva. Es necesario discutir ampliamente los siguientes puntos:
1. Lo relacionado con la producción de percusores químicos, de producción industrial internacional;
2. Analizar con claridad el problema de la circulación de los dineros por los circuitos financieros internacionales y nacionales en lo que se conoce como lavado de activos;
3. Efectos de esta circulación de dinero que en el caso colombiano produce la reevaluación del peso;
4. Discutir sobre la legislación que castiga el consumo, su legalización y el tratamiento como un problema de salud publica en el caso de los adictos.
5. Los efectos y resultados de las fumigaciones y sus repercusiones en el medio ambiente y en la salud de la población.
6. El problema de los pueblos indígenas y la industrialización de la hoja de coca
Omar_camachoutl@yahoo.es

[1] Comsioon Nacional de REinsercion y Reparacion
[2] Daniel coronel. Semana edición 12.70, 09,02,2006

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