
¿Cúal es la capacidad que tiene la intervención del Banco en sus tasas de interés para controlar el aumento de la inflación?En un estudio del reciente informe del Banco Emisor, el Representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo, Wilson Borja Diaz aborda, entre otros,  los temas de la inflación, la revaluación del peso y las graves consecuencias que mientras hay crecimientro crece el desempleo
      
El informe al Congreso de la República que el Banco tiene dentro de sus mandatos legales es sin duda uno de los documentos más importantes para el análisis del políticas públicas del país, este año este informe debería de llenarnos de noticias agradables respecto al desempeño económico tal como ha sido recurrente en los medios periodísticos por parte de expertos y no expertos en el tema económico.      Los indicadores son halagüeños en este sentido: el PIB crece un 6.7% en 2006 una tasa no vista en los últimos 30 años, argumento que le ha dado a los amigos de la Seguridad Democrática para seguir insistiendo en que su modelo es el que ha traído la prosperidad al país. Por otra parte el desempeño de la inversión no podría ser mejor pues esta alcanzó en 2006 una proporción del 23% sobre el PIB, la cual solo puede compararse en tiempos recientes a la alcanzada entre los años 1993- 1995.
    Además la economía tanto pública como privada no tiene mayores problemas de financiamiento, especialmente con del sector financiero bancario y los créditos han crecido de una manera apreciable de la mano con tasas de interés históricamente bajas.
        Si este es el escenario, parece que solo debería haber aplausos para la política económica del gobierno y la acción del Banco de la República en lo que atañe a inflación y control monetario, sin embargo, nosotros creemos como lo hace una buena parte de analistas económicos que la evolución reciente de la economía tiene muchos elementos de preocupación y otros que siguen siendo oscuros y que no son debidamente explicados por las autoridades económicas.
Este documento busca hacer una presentación ordenada de estos puntos críticos y ofrecer una explicación alternativa de estos fenómenos, la cual hace parte del control político que el Congreso de la República tiene que realizar a las decisiones económicas del gobierno nacional, del Banco de la República, así como del análisis del comportamiento de las principales variables económicas.
    Una preocupación al margen: esta comisión de asuntos económicos debe poner como prioridad la discusión del informe al Banco de la República y no aplazarlo para cuando las agendas legislativas así lo dispongan, esto lo afirmamos en referencia a que hasta el mes de mayo se ha citado a la Comisión III de la Cámara de Representantes para debatir públicamente los contenidos del informe del Banco de la República.
    Por otra parte queremos dar un reconocimiento a la forma como la Junta Directiva ha querido acercar a los legisladores al debate en sesiones privadas sobre los temas contenidos en este informe, reuniones de las cuales surgieron algunas inquietudes muy importantes por parte de los miembros de las comisiones económicas y que esperamos que dado que han sido puestas en conocimiento de la Junta con anterioridad sean debidamente resueltas y aclaradas.  
    Este acercamiento entre el Congreso y el Banco es importante en la vía de mejorar la calidad de los debates, hacer un aprendizaje de los temas más importantes de las agendas de las dos instituciones y servir como pauta de control político sobre las decisiones de política económica que realiza el gobierno nacional.
    Para nuestra presentación hemos decidido seguir la unidad temática presentada por el informe del Banco de la República en 4 temas que consideramos fundamentales para una presentación coherente de las inquietudes surgidas en el seno del Polo Democrático.
    TEMA I. Inflación
    Los últimos días han estado marcados por un debate amplio sobre el crecimiento de la inflación por encima de la meta propuesta en el marco del esquema de inflación objetivo por parte del Banco de la República.  Dichos indicadores se hicieron más críticos en el mes de abril cuando se conoció que los resultados de la inflación en lo corrido del año alcanzaban un 3,7% cuando la meta propuesta de inflación para todo el año estaba alrededor del 4,5%.  
    Estos resultados inducen a pensar que la meta establecida por el Banco será difícilmente cumplida, aunque es comprensible que aun a pesar de toda la evidencia la Junta Directiva no modifique su posición en el tema. Tan importante ha sido el aumento de la inflación en los últimos meses que incluso las centrales obreras ya elevaron formalmente la petición formal de un nuevo aumento de salarios dado que “en los primeros meses el aumento de la inflación devoró el 75% del aumento establecido a finales del año pasado”.  Petición a la cual el gobierno obviamente se negó, bajo el supuesto de que un alza de los salarios haría que efectivamente no se alcanzara la meta de inflación establecida, con lo cual se afectarían nuevamente a los más pobres que verían socavados sus ingresos, argumento al que no le falta razón pero en el que hay que incluir  que también las personas de mayores ingresos, y específicamente aquellos que se dedican a la inversión en títulos valores pierden cuando hay una inflación por encima de las expectativas, pues las tasas de retorno de los mismos disminuyen.
    Pero más que las causas, lo que nos importa en este momento son los orígenes del fenómeno, el Banco en su informe nos presenta que el crecimiento de la inflación se explica básicamente en dos tipos de causas:
    Por el lado de la oferta: el Banco de la República considera que existen varios fenómenos que influyen por la vía de la oferta con el crecimiento de la inflación.
   
  1.      Los altos precios del petróleo.  Los cuales se transmiten al consumidor por medios de varias vías: a) incrementando del precio interno de la gasolina el cual crece a la par de las cotizaciones del petróleo, con un barril de petróleo que alcanzó hasta los US85 dólares americanos (precio de referencia WTI para Colombia), el incremento del precio de la gasolina superó el 10% en 2006. b) induciendo un alza en el precio de los alimentos dada la sustitución creciente de combustibles derivados del petróleo por biocombustibles, la cual induce un aumento en el precio de cereales como el maíz y de otros bienes agrícolas como la caña de azúcar así como de los combustibles derivados de la palma africana, lo cual implicó que durante 2006 el precio de los alimentos se mantuvo  por encima de la meta de inflación del 4,5% con un tendencia creciente al alza en los meses finales del año la cual fue todavía más marcada desde principios de 2007.
  2.      Las alzas en los precios de los bienes y servicios regulados, de las cuales las más importantes son las ocurridas en los servicios públicos (10,3%), educación (8,4%) y salud (7,3%).  Esto implica que el gobierno tiene un alto impacto en la inflación pues las decisiones en materia de regulación expresan una tendencia creciente al alza en los precios de estos bienes.
   
  Por el lado de la demanda: en este sentido, la Junta Directiva considera que hay un incremento inusitado en la inflación de los bienes no transables, lo cual viene explicado por un acceso fácil a mecanismos de financiación que han permitido expandir la demanda de los hogares en condiciones crediticias favorables, lo cual está explicado por la creciente liquidez del sistema financiero, la que a su vez se explica por fenómenos que se originan en la misma política cambiaria y monetaria y por decisiones de política pública y de agentes privados que entraremos a identificar más adelante.
    A pesar de que hay claridad sobre las causas inflacionarias, el informe del Banco sorprende por carecer de un instrumental más refinado de cifras para poder ahondar en la identificación plena de los factores inflacionarios, por ejemplo, no hay un análisis claro de las causas del aumento de la inflación de regulados tema que en el debate en comisión Tercera sobre el informe del Banco  para 2006 fue uno de los puntos que la bancada del Polo Democrático colocó en evidencia y hubo un compromiso por parte de la Junta Directiva por hacer más explícita esta variable dentro del informe.
    También se extrañan cifras más claras sobre la evolución de la inflación en sectores específicos de la economía, así como sobre los efectos inflacionarios sobre el precio de los productores, estas carencias sorprenden porque en años anteriores el Banco hacía dentro del informe una recopilación de las estadísticas más importantes recopiladas en los Reportes de Inflación producidos mes a mes por el Banco. 
    Además el informe considera que la situación del crecimiento de la inflación se concentrará en el primer semestre del año tanto por los ajustes en los precios de los regulados que se concentran en el primer semestre del año, como por la terminación del fenómeno de sequía producido por el Niño el cual deterioró la producción de legumbres y hortalizas y finalmente por los impactos que pueda producir la política de aumento en las tasas de interés sobre la demanda agregada.
    Por ello el Banco considera que a final de año se cumplirá la meta de inflación establecida entre el 3,5% y el 4,5%, lo cual es consecuente con su política de inflación objetivo.
    De hecho y a pesar de la importancia del tema, el capítulo sobre inflación es el más corto dentro de la estructura del informe.  La junta Directiva reconoce claramente que a pesar de ello los pronósticos hechos sobre el desempeño de la inflación para 2007 están sometidos al comportamiento de variables sumamente volátiles como el desempeño en el precio de los alimentos, el cual depende a su vez del desempeño en el precio del petróleo y por ende sobre las necesidades de sustitución de hidrocarburos por biocombustibles.  Es decir, que sobre estos precios la capacidad de reacción del Banco es prácticamente nula.
    Por otra parte hay que analizar un punto fundamental: hay todavía una brecha entre el precio de los combustibles a nivel nacional frente a su precio internacional, la política de desmonte de subsidios a los mismos implica por tanto que todavía se espere un recorrido largo a una tendencia alcista en los combustibles la cual no es estimada en el informe. Ya sabemos la forma en que dicho desmonte afecta el nivel de precios, pero lo que no dice el banco es que los aumentos de precios en los combustibles afectan más a los ciudadanos de menores ingresos puesto que se exponen a alzas continuas en el precio del transporte público.  Desafortunadamente el gobierno nacional no tiene mayores ambiciones en materia de sustitución de combustibles en cuanto a los proyectos de transporte masivo y por ende esta variable seguirá pesando de manera importante en el nivel de precios.
    Por otra parte, el alza en los alimentos refleja un desajuste de la política comercial del gobierno, aparte del conocido fenómeno de “cambiar comida para que nuestros autos se muevan” resultado de la “moda” de los biocombustibles, encontramos decisiones puntuales de políticas como por ejemplo la exportación de carne a Venezuela la cual ha encarecido el precio del producto a niveles increíbles: una libra de carne valía en noviembre de 2006 $4.500, en enero ya estaba en $5.000 para marzo se encontraba en $5.500 y ya a principios de mayo ha alcanzado la escandalosa cifra de $6.000 por libra.
        Solo este producto ha tenido un incremento de precio del 33% en tan solo 6 meses, por una decisión totalmente contraria al interés nacional, al bienestar de los colombianos y a la seguridad alimentaria que para el gobierno es solamente un discurso trasnochado.  La posibilidad de sustituir una fuente proteínica como la carne también es limitada porque la oferta avícola está también volcada a satisfacer los mercados en Venezuela cuyo auge económico ha trastornado nuestra economía de diversas maneras. Solo el ejemplo en la evolución del precio del huevo es la muestra fehaciente de lo que afirmamos:  un huevo se consigue en la calle hoy hasta en $300 pesos cuando en octubre de año pasado el precio del mismo era de $200, un incremento del 50% y una explicación adicional para el aumento de la inflación.
    A pesar de ello el Informe no contiene mayores referencias a este fenómeno, a pesar de que en la semana pasada la Junta Directiva del Banco tuvo una polémica con el Ministro de Agricultura sobre el tema.
El hecho de que los alimentos aumenten de precio por políticas equivocadas no debe ser un debate cualquiera, es un debate de marca mayor en un país con una situación de pobreza que a pesar de la mejora en la cifras presentadas por el gobierno, sigue siendo sumamente preocupante. El problema de imposibilidad de acceso a los alimentos no es solo un problema de regiones apartadas del país, es también un problema de los grandes centros urbanos que cada vez más ven como el hambre aumenta porque los hogares no tienen ingresos suficiente para proveerse una dieta básica nutritiva, si además de esto lo que prima en la fijación de las políticas públicas es satisfacer ante todo el afán de lucro de los industriales (que ganan más vendiendo carne a Venezuela más cara que en Colombia, pero llevando al alza los precios internos del producto) lo que se logra es una eficaz política de promoción de la pobreza y la precariedad.  En este sentido hay un apoyo de la posición del Banco de la República por parte de la bancada del Polo Democrático.
    La pregunta esencial que queda sin resolver es cual es la capacidad que tiene la intervención del Banco en sus tasas de interés para controlar el aumento de la inflación, teniendo en cuenta que en el mismo informe se recoge que dicha transmisión a las tasas de interés de mercado no es de uno a uno, sino que diverge dependiendo de las condiciones del mercado financiero.  Un aspecto que preocupa a toda vista es la evolución del mercado cambiario: mientras que el fenómeno revaluacionista continúe por la senda actual, la aplicación de políticas efectivas por parte del Banco para controlar los excesos de demanda serán vanos, porque no al no haber un control directo del tipo de cambio lo que hay es una política residual orientada a esperar que las situaciones mejoren.  Este tema lo trataremos con más profundidad más adelante.
                                 TEMA II. Crecimiento
   
  
     El cuadro 1 del informe muestra la forma en que se explica el crecimiento del PIB, lo cual deja en claro que uno de los dinamizadores del crecimiento es la formación bruta de capital, lo cual es consecuente con el crecimiento de la inversión que se han realizado en el país en los últimos años.  Esto es altamente curioso: tenemos un crecimiento de nuestra capacidad productiva, pero al mismo tiempo tenemos un aumento de la inflación porque dicha capacidad productiva es excedida por el aumento de la demanda, y estos excesos de demanda son suplidos con un crecimiento importantísimo de las importaciones.
    La pregunta es: ¿este crecimiento está explicado por la creación de nuevas empresas?  ¿a que se dedican estas empresas? ¿En que se orienta la creciente inversión observada en los últimos años?
  
  En primer lugar es necesario señalar que los indicadores en el caso de la inversión no son claros, y responden al mismo movimiento cíclico observado a mediados de los años 90 cuando el país vivió otra bonanza de la inversión tal como lo muestra el gráfico 8 del informe.  Lo que puede derivarse de esta similitud es que los términos de desarrollo de la inversión estaban basados en los ambiciosos programas de privatizaciones emprendidos por los gobiernos en los periodos a los que hacemos referencia, y además en masivas transferencias de la propiedad de residentes colombianos a extranjeros cosa que el mismo Banco reconoce como un problema estructural de nuestra economía en el capítulo de Sector Externo.
        Es claro en el gráfico 8 anteriormente señalado, que hay un problema de crecimiento cíclico e inestable de la inversión en el país,  la cual rompe de manera notoria sus promedios históricos para decaer rápidamente lo cual desestructura la economía nacional, las perturbaciones en la inversión han venido curiosamente de la mano no con las políticas de promoción a la inversión, sino de la mano con políticas de privatización.  El Banco sostiene que a diferencia del periodo 1993 -1996 el crecimiento de la inversión es sostenible en el tiempo, nosotros no tenemos muy claro el tema dado que las perturbaciones de los mercados financieros, la estructura productiva de estas industrias que está volcada a la exportación y el desconocimiento si lo que se tiene realmente es creación de capital o sustitución en la propiedad, o incluso el problema de los capitales especulativos hacen parte de esta medida  de inversión.
Si el crecimiento de la inversión es ante todo en cartera, no hay mayores razones para creer que dicha inversión es sostenible en el tiempo que las que nos da el panorama financiero internacional, si es sustitución en la propiedad no hay claridad sobre como se ha incrementado la capacidad productiva del país y si ello tiene consecuencia directas en el mercado interno.
    Una preocupación adicional sobre el tema es más difícil de explicar: como es posible que si la inversión crece a un ritmo vertiginoso del 28% en 2006 y al parecer sigue su tendencia en el primer trimestre de 2007 es concebible que desde julio de 2006 la cifra de desempleo haya cambiado su tendencia a la baja y haya vuelto a aumentar.  Las explicaciones sobre el fenómeno son de gran interés, porque es posible que estemos experimentando una situación como la de los Estados Unidos entre 2001 y 2003 caracterizado por un crecimiento sin empleo, algo que debe preocupar tanto al Banco como al Gobierno Nacional.
    Es claro por otra parte que el crecimiento de la demanda es asombroso y supera los máximos alcanzados en la década de los 90, sin embargo, hay un elemento muy negativo en este crecimiento: dispara las importaciones pero no dispara el empleo.  Y decimos curioso porque ni el crecimiento de la inversión, ni el de la demanda a niveles nunca vistos históricamente no han sido suficientes para dinamizar el empleo, el cual con o sin cambio de series y metodologías sigue estando por encima del 10%, una cifra que en otros países es síntoma de crisis.
    Otro de los dinamizadores del crecimiento es el sector de la construcción, curioso para un país que ha visto crecer en los últimos años (2002-2005) los déficits habitacionales en más de 200.000 mil unidades.  Y decimos curioso porque se espera que si la construcción se dinamiza es porque se construyen soluciones habitacionales allí donde se necesitan claramente, es decir en la VIS.  Sin embargo, las cifras de CAMACOL para 2006 muestran un desempeño muy diferente: la VIS crece a un modesto 3,5% anual, mientras que la construcción de no VIS lo hace a un 14% anual y la de comercio y otras construcciones lo hace a un ritmo vertiginoso del 35% en 2006.  El sector se dinamiza pero concentrado en actividades asociadas con el ciclo de la burbuja financiera como el aumento del comercio de bienes transables, además en dicho crecimiento tiene un gran impacto el aumento  de los precios de la tierra, el cual curiosamente tampoco es analizado en el capítulo de inflación y que ha superado en el periodo 2003-2006 de acuerdo con cifras de METROVIVIENDA un promedio del 150% para las ciudades capitales principales.
    Nuevamente tenemos los mismos resultados, con distintas explicaciones: un crecimiento concentrado en muy pocos sectores, con una expansión sin antecedentes en el consumo de lo hogares, y con un aumento de la precariedad.
      TEMA III Empleo
   
  
  En este marco lo claro es que las variables de empleo no han respondido a la dinámica económica, nótese como para el segundo semestre de 2006 la cifra de desempleo presenta un quiebre con respecto a la tendencia descendente exhibida desde 2002, no obstante que el crecimiento económico haya alcanzado una cifra importante tal como ya vimos.
  
   
      Hay muchas explicaciones que la Junta Directiva del Banco ofrece sobre el fenómeno:
La primera: hay un fenómeno económicamente inexplicable que sucede desde la segunda mitad de 2006 en el que la Tasa Global de Participación y la Tasa de Ocupación se reducen, esto implica que “una proporción importante de las personas que participaban activamente en el mercado laboral (muchas de ellas ocupadas), tomaron súbitamente la decisión de retirarse en el mercado laboral y se dedicaron a otras actividades, tales como los oficios del hogar o el estudio”
    Esto indica una interpretación bastante interesante, como la tasa de desempleo es el resultado del cociente entre la población desocupada sobre la Población Económicamente activa. 
  
  Por ende la TASA DE DESEMPLEO puede crecer o por un aumento de el numero de desocupados o por una reducción de la PEA, pues resulta que los indicadores de desempleo han recogido un efecto de choque que la propia Junta Directiva reconoce como extraordinario y sin antecedentes documentales en ningún país del mundo, en el cual el mercado laboral se ha retraído, es decir, cada vez es menos el número de personas dispuestas a trabajar y deciden ocuparse en el hogar o dedicarse al estudio.  Esto no lo refuerza el Banco con un análisis sobre el crecimiento de los ingresos de los hogares, el cual podría confirmar si en efecto lo que se produce es una retracción del fenómeno del “trabajador adicional”, es decir, que el ingreso del que trabaja alcanza de  manera suficiente para cubrir los gastos del hogar.
          Si esto fuera así, sería totalmente un milagro económico: la reforma laboral llevada a cabo por el gobierno Uribe socavó las bases del ingreso salarial, por ende los puestos de trabajo formales que se han creado lo hacen con salarios menores a los que existían antes de la reforma.  No hay evidencia en ningún sentido que permita afirmar que el crecimiento del ingreso salarial se haya dado como un elemento de la recuperación económica, los economistas del gobierno, o quienes apoyan de manera decidida sus demenciales políticas laborales tampoco han hallado evidencia suficiente de un robustecimiento del ingreso salarial, el argumento según el cual este ha crecido en términos reales es vacío porque obedece a una comparación entre un índice de precios genérico (IPC) y el ajuste porcentual anual.  Solamente para dar un ejemplo de estas reflexiones recomendamos la lectura que hace del fenómeno laboral el Economista Alejandro Gaviria en su libro “Del Romanticismo al Realismo Social y Otros Ensayos” y Gaviria no es precisamente un seguidor del Polo Democrático.
Además el Banco argumenta que estos resultados sobre el empleo se explican por un choque de productividad, lo cual indica que menos personas empleadas aportan la misma o mayor productividad laboral, se refuerza con los indicadores de la evolución sobre el aseguramiento en los regímenes de salud, pensiones, ARS y Subsidio Familiar.
  
      Pero las mismas cifras lo que muestran es un debilitamiento del mercado laboral donde el gobierno y el Banco ven un fortalecimiento de los afiliados al régimen subsidiado en salud por encima de los que se afilian al sistema contributivo, el cuadro anterior que es tomado del informe del Banco es elocuente: mientras los afiliados al régimen contributivo crecen en un 2.82%, los del régimen subsidiado lo hacen a una tasa cuatro veces mayor (7.79%) y especialmente amplia en el caso de los subsidios totales.  Lo que el Banco y el gobierno quieren presentar como evidencia del crecimiento del empleo, es claramente una muestra de la poca dinámica del mercado laboral y de la mayor dependencia de los subsidios estatales, lo que contradice no solo los pronósticos sino que va en contravía del equilibrio financiero del sistema de salud, tan desafortunada impresión solo puede explicarse por una defensa de las afirmaciones por encima de las evidencias, lo cual es extraño en una institución de tanto prestigio como el Banco de la República.
Las cifras de crecimiento de las afiliaciones no indican estabilidad en el empleo, es más hoy los trabajadores sufren porque los aportes se tienen que realizar en buena parte con recursos descontados del ingreso bruto y no hay apoyo adicional para la cotización como si lo tienen los trabajadores estables.  Pero la mayor parte de ellos corresponden a trabajos por contratos de servicios que implican severas discontinuidades en las cotizaciones, que a la larga impedirán disfrutar del derecho, como es el caso del régimen de pensiones de ahorro individual.  
    Este no es un debate estéril, sino que recoge los logros reales de la política económica del gobierno de Álvaro Uribe y especialmente su propuesta de reforma laboral que no tuvo ningún impacto en el empleo como se ha demostrado hasta el cansancio, pero si llenó las arcas de los empleadores mientras el desempleo continúa como un cáncer social.
    TEMA IV Sector Externo
    El informe muestra unas cifras demasiado preocupantes en cuanto al sector externo, en primer lugar porque el tren de importaciones se ha convertido en una verdadera avalancha, según el informe las importaciones crecen para 2006 a un nivel de 23.5% mientras que las exportaciones lo hacen a 15.1% siendo muy inferior al crecimiento de los años anteriores.
    Estas cifras implican un problema mucho mas profundo: la revaluación incontrolable del peso.  En efecto el peso colombiano que hoy ronda el piso de los $ 2.000 por dólar ha implicado una caída en los ingresos de los exportadores, caída que sin duda ha sido contenida por los altos precios de algunos de nuestros principales productos de exportación, especialmente de minerales.  Pero al otro extremo esta misma revaluación ha implicado un aumento de las importaciones las cuales compiten con la producción destinada al mercado interno, mientras que los exportadores consideran que la revaluación los golpea únicamente a ellos, muchos productores que no están exportando vienen perdiendo de manera acelerada terreno frente a los importados, este efecto, vale la pena recordar fue similar al de los años 1993 – 1996 y se convirtió en uno de los elementos más importantes de la quiebra de la industria nacional, y llevó definitivamente a la crisis del empleo de la cual como comentamos con anterioridad aún no hemos resuelto.
        Nuestras exportaciones tienen un sesgo estructural que parece no haber cambiado en este gobierno: a pesar de que el crecimiento de las mismas está dominado por el de bienes no tradicionales, su composición todavía está abocada a productos primarios con bajo valor agregado, y además con un sesgo a mercados muy claro: bienes industriales a nuestros vecinos, y bienes primarios a Estados Unidos y Europa.  Este sesgo aparentemente no se tuvo en cuenta a la hora de negociar un TLC de tal manera que nuestras exportaciones industriales podrían ponerse en riesgo, y con ellas la fuente más importante de generación de valor agregado que tiene la economía.
Y estas exportaciones de bienes industriales tienden a tener un papel mucho más importante a medida que los procesos económicos de los países vecinos han transformado sus patrones productivos, por ejemplo las exportaciones tradicionales a Venezuela decrecieron en un 74% el año anterior, mientras que las no tradicionales crecen en un 20% en los sectores agrícola  e industrial, otro tanto sucede con Ecuador.
      
Anexo 1.
  EFECTOS A LARGO PLAZO DE LA PRIVATIZACIÓN Y LA DESNACIONALIZACIÓN DE LAS EMPRESAS.
    Uno de los fenómenos que el informe del Banco desarrolla parcialmente es el que tiene que ver con los impactos sobre la balanza de pagos del agresivo proceso de privatización y desnacionalización de empresas que ha tenido lugar en los últimos años.  Muchos lo ven simplemente como un fenómeno que muestra la confianza en el país, otros lo vemos con ojos menos optimistas hacia el futuro, por un elemento que el informe del Banco de la República contiene:  el impacto sobre la balanza de pagos.
    En la medida en que más empresas se desnacionalizen, las presiones para la salida de capitales se harán más fuertes.  Esto indica que la economía nacional deberá poseer un nivel mayor de reservas internacionales que garanticen la liquidez a la hora de realizar los giros de utilidades, si tenemos una condición en que nuestra balanza comercial es negativa, y los mayores ingresos de divisas dependen de situaciones que no generan valor económico como las remesas, o el endeudamiento externo la situación externa del país tenderá a hacerse más difícil de administrar.
    El gobierno difícilmente podrá contemplar esto como un problema porque lo que le interesa es mostrar una coyuntura de confianza en la política de seguridad democrática los logros del gobierno, pero a largo plazo el Banco podría explicar a la Comisión Tercera los efectos de este proceso que aparentemente no tiene reversa. 
          Agradezco su atención
Wilson Alfonso Borja Díaz
  Representante a la Cámara por Bogotá
  Comisión III
   
   
   
   
   
   
   
   
   
  
 
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