La desinstitucionalización del país

Intervención en Comisión Tercera de Cámara con motivo de la ausencia del ministro de la Protección Social, Diego Palacio Betancur, durante la sesión del 13 de mayo de 2009.


No creo en Álvaro Uribe Vélez, nunca le he creído ni creeré en él, y no descansaré hasta que lo vea en la cárcel. Sé que la oscura noche se abrirá y saldrá el sol. Lo que está pasando en el país es sumamente grave: toda la institucionalidad colombiana se está perdiendo, para desgracia de todos y todas. Toda la institucionalidad colombiana perdiéndose con el beneplácito y la aceptación de este Congreso de la República. Toda la institucionalidad que se rompe.

Basta ver lo de ayer ese adefesio de acto legislativo de dosis mínima, que no tiene nada que ver con los seres humanos, es en contra de los seres humanos. Basta ver hoy la noticia de esta mañana: 200 millones de pesos dizque para buscar la persona que suministre información sobre las “chuzadas”. ¡Por Dios, a qué jugamos! Hablamos del DAS, una entidad que depende directamente del Presidente de la República. Ahora dicen que tienen que buscar los “Montesinos” entre el resto de los 44 millones de colombianos, diferentes a los que laboran aquí no más en el edificio vecino, el Palacio de Nariño. ¡Qué tal eso!

Comparto la molestia por los desplantes del equipo de Gobierno. Aquí no vino el ministro de Defensa ni hemos podido hacer el debate sobre las Chuzadas aplazado dizque para el 10 de junio. Hoy son uds., los uribistas, los que le han huido al debate cuando lo planteamos en plenaria. Cuando lo que está en juego es la democracia de este país, independientemente de nuestras posiciones políticas.

Se está destruyendo la institucionalidad nacional. Y ayer se ocultaban detrás de lo que dicen las leyes que nosotros aprobamos sobre las zonas francas, a propósito de los negocios poco transparentes y vergonzantes de los hijos del Presidente.

Por lo menos cuatro ministros desacatan citaciones de control político de esta corporación. Al menos el ministro de Agricultura se excusa diciendo que se fue para el extranjero y envía dos funcionarios. Pero los otros tres ministros ni siquiera se han excusado, cuando llevamos más de dos meses de discusiones en esta comisión.

Quienes están perdiendo no son el señor Uribe y demás. Miren lo que dicen las encuestas, a las cuales ya les aparecieron accionistas dentro del equipo de gobierno, según algún medio de comunicación: nosotros aparecemos al final de los medidores de credibilidad y confianza de la gente. Aparecemos al final de las encuestas porque somos el elemento que hemos permitido que la legitimidad de esta Nación se pierda y se desbarate.

Llamo la atención de ello: hay un mal que está atravesando este país, y vamos a quedar en peor circunstancia de lo que fue el estado mafioso que todavía permanece. Miren lo del departamento de Córdoba que entre otras cosas se está quedando sin representación en el Congreso por cuenta de la parapolítica: ayer asesinaron a otra fiscal. Permanentemente se registran muertos y masacres en Córdoba. En la vecindad de la haciendo, porque no es una finca, es una hacienda de 2.000 hectáreas de propiedad del Presidente de la República.

Pero ayer también registró la prensa el clamor de los nueve principales alcaldes del país, incluyendo el de mi partido, Samuel Moreno Rojas en Bogotá, pidiendo que haya seguridad en las capitales y ciudades. Porque las tienen tomadas las llamadas “águilas negras”, “bandas emergentes” e incluso se atreven a utilizar los nombres de Galán o de Gaitán para denominar esos grupos de matar y asesinar. Y este Congreso no se inmuta. Más bien se muestra proclive a aprobar iniciativas que continúan en la senda de la desinstitucionalización del país.